De residuo a riqueza: cómo las prácticas de economía circular están transformando el turismo en Colombia y Latinoamérica

Una isla caribeña que protege manglares cruciales.

La economía circular está empezando a remodelar el turismo en América Latina, con Colombia a la vanguardia de esta transformación sostenible e inclusiva desde el punto de vista económico. Este enfoque va más allá de visiones idealistas y se basa en políticas concretas, iniciativas comprobadas y beneficios medibles que convierten los residuos en recursos valiosos, empoderan a las comunidades y protegen los ecosistemas naturales.

Colombia fue el primer país en Latinoamérica en adoptar una Estrategia Nacional de Economía Circular, priorizando la reutilización de recursos, la transición energética y la gestión de residuos—aspectos altamente relevantes para el sector turístico. Este marco impulsa prácticas sostenibles en alojamientos, transporte y ecoturismo comunitario. Por ejemplo, áreas protegidas como el Parque Nacional Natural Tayrona implementan directrices de visita sostenible que conservan la biodiversidad y generan ingresos para las comunidades locales.

Almendras recogidas durante un día en la playa, 100 % naturales y locales.

Dinamico Travelers, parte del esfuerzo de innovación social de Dinamico Organico, ejemplifica estos principios a través de sus proyectos turísticos comunitarios en zonas rurales de Colombia, como Río Ancho Dinamico en La Guajira. Al fomentar prácticas de economía circular—reutilizando materiales para artesanías, minimizando residuos y promoviendo experiencias turísticas de bajo impacto—crean oportunidades económicas que benefician directamente a los habitantes. Su plataforma digital conecta viajeros conscientes con experiencias auténticas y sostenibles que ponen énfasis en la preservación cultural y la protección ambiental.

El impacto económico del turismo circular es significativo: estimula el crecimiento del PIB, genera empleo en reciclaje, agricultura sostenible y recuperación de recursos, y mejora la salud pública mediante una mejor gestión de residuos. Además, promueve la inclusión social al integrar a las comunidades locales en modelos económicos respetuosos con el medio ambiente.

La pesca artesanal local (a pequeña escala y no invasiva) es un patrimonio cultural en Colombia.

En toda América Latina, las empresas turísticas están adoptando cada vez más prácticas de economía circular alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, superando retos como la capacitación y el acceso a certificaciones mediante iniciativas público-privadas colaborativas. Este movimiento creciente convierte al turismo en un ciclo de cuidado y regeneración donde se minimizan los residuos, se maximizan los recursos y prosperan las comunidades.

Al incorporar los principios de la economía circular en sus operaciones, diferentes actores muestran cómo el turismo sostenible en Colombia puede convertirse en una herramienta poderosa para la acción climática, la resiliencia económica y la reducción de la pobreza multidimensional, transformando el "residuo" en riqueza duradera para las personas y el planeta.